martes, 17 de abril de 2012

Efectos de la primavera en las relaciones sexuales




Aumenta el deseo sexual en la primavera?
 

Es difícil hasta ahora no se ha comprobado científicamente, pero sí que socialmente se la considera la estación del amor y del deseo.
 

No sé si se trata tanto de la estación primaveral en sí, si no de los factores que envuelven a esta estación.
 

Por un lado podemos hablar de una serie de factores ambientales que favorecen la actividad y la respuesta a estímulos:
- El aumento de las horas de luz, genera en muchas personas cierto incremento de energía, actividad, cierta euforia.
- La mejor oxigenación del ambiente, con las lluvias.
- Incrementan también las actividades que hacemos al aire libre lo que favorece la interacción interpersonal tanto si tenemos pareja como si no compartimos más contacto con otras personas.
- La respuesta a los estímulos, aumenta la estimulación, nos liberamos de los abrigos, mostramos más nuestro físico, que constituye un importante estímulo para el sexo opuesto y para nosotros mismos, nos sentimos más atractivos.

Por otro lado se habla de cambios bioquímicos en el cerebro, todo lo anterior estimula las hormonas sexuales, favoreciendo así nuestra disposición al contacto sexual.
 

Algunas sustancias químicas como las endorfinas  que generan sensación de relajación y bienestar  o la fenitalamina que genera sensación de euforia podrían estar implicadas.
 

Aunque no se ha podido comprobar, algunos estudios con animales han mostrado cómo los cambios de estación afectan a sus órganos sexuales, aunque en humanos no se ha comprobado es posible que exista un mecanismo similar.
 

También es cierto que existe todo lo contrario que son muchas las personas que sin desarrollar un Trastorno de ánimo estacional, durante el invierno se ven más afectadas por la apatía o la disminución del interés por el placer.
 

Personas que viven en zonas tropicales se muestran más extrovertidas y expresivas, pero también es cierto que el calor excesivo, puede provocar deshidratación, debilidad muscular, sudoración que a su vez genera pereza, confusión mental, irritabilidad, lo cual no favorecería el disfrute de la relación sexual.

Mari Carmen Ramajo
Psicóloga Adultos
Col. 15797